Con el espíritu ciudadano del ágora

Concursos: Colegio de Abogados de Lomas de Zamora

Con su nueva sede, el Colegio de Abogados de Lomas de Zamora consolida el polo judicial del Oeste

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Con la idea de crear un ágora, el proyecto se basa en líneas predominantemente horizontales; se sitúa lindero a los tribunales existentes.

La realización de concursos de proyectos para la ejecución de nuevos tribunales el año último (en Comodoro Rivadavia, Mendoza y Santa Rosa, entre otros) refuerza la importancia y el interés por adecuar los espacios a los requisitos de celeridad y eficiencia reclamados.

También los colegios de abogados se suman al impulso por contar con espacios más apropiados a sus necesidades. Tal el caso del Colegio de Abogados de Lomas de Zamora (CALZ) que está iniciando la construcción de su nueva sede en un predio lindero a los tribunales existentes. Según expresó el presidente del Colegio, doctor Juan Carlos Abud, se trata de una iniciativa originada en la necesidad de atender a la expansión que tuvo la matrícula en los últimos diez años al tiempo del incremento de las actividades que brinda a sus asociados.

“La sede actual del Colegio, una casa tipo inglés emplazada en la zona sur, nos resultó chica e ineficiente y debimos alquilar edificios anexos. Llegó un punto en que evaluamos que nos resultaba más eficaz contar con un edificio diseñado ad hoc para satisfacer nuestras necesidades”, explicó Abud.

Como resultado de un concurso privado de anteproyectos, las autoridades seleccionaron el estudio del arquitecto Jeffrey Berk y Aníbal Cianfagna como asociado para el desarrollo del proyecto y la dirección de obra.

Como un centro cívico

Es interesante señalar que el predio sobre el que se emplaza el edificio fue cedido, mediante una permuta, por la municipalidad y contribuye a afianzar el polo judicial que se prevé consolidar en un futuro mediante la construcción del foro federal, el Colegio de Magistrados, y la sede del gremio de empleados judiciales.

Sobre un lote de casi dos hectáreas, los arquitectos situaron el edificio en el centro del terreno, dejando al frente la playa de estacionamiento y hacia el fondo el sector de recreación. En el acceso sobre la calle Larroque se ubicó el puesto de control y seguridad y junto a él una construcción que alojará el servicio jurídico gratuito que el Colegio brinda a los ciudadanos.

El edificio principal se arma como un pequeño centro cívico alrededor de un patio. “Estudiamos el programa de necesidades y decidimos, primero, descomponer las funciones para luego agruparlas alrededor de un espacio aglutinador que se comporte como un ágora”, contó el arquitecto Berk. La elección de ese partido permite organizar las funciones en forma clara y facilitar la orientación a los usuarios.

En planta baja se desarrollan todas las actividades administrativas mientras que en la planta superior las académicas y las correspondientes al cuerpo directivo. Un puente que vincula los cuerpos principales enmarca el pórtico de acceso de doble altura. Los 2600 m2 del edificio se distribuyeron de forma de alojar en la planta baja el área de trabajo, biblioteca y las oficinas de previsión social; y en la planta alta, el sector administrativo con oficinas para las distintas comisiones, gerencia y presidencia.

En una de las alas del patio se emplaza la confitería, y del otro lado el auditorio, que funcionará como salón de usos múltiples.

Si bien el programa no presentaba serias complejidades funcionales, la disposición de los locales que abrazan el patio y las circulaciones con vista a él le aseguran al edificio además de generosa iluminación natural, visuales distendidas y generosas hacia el sector de expansión. Este planteo se refuerza mediante la adopción de una estructura de hormigón de entrepisos sin vigas.

El proyecto prevé que tanto la confitería, el auditorio, como la Caja de Previsión Social puedan tener un funcionamiento independiente de las actividades del edificio principal.

El recurso planteado por los arquitectos de elevar toda la construcción aproximadamente 70 cm por sobre el nivel del terreno natural contribuirá a destacar el Colegio en un entorno fuertemente condicionado por el edificio de los tribunales existente. Contribuirá, asimismo, a calificar los espacios públicos de un contorno que aún no se ha consolidado.

Los materiales previstos son de bajo mantenimiento. Las fachadas serán de ladrillo visto, hormigón y piedra; y las carpinterías de aluminio anodizado.

El lenguaje del edificio acentúa las líneas horizontales, y esa predominancia se ve tanto por el uso de grandes planos de ladrillo como en los paños de carpintería que irán rehundidos y protegidos por aleros de hormigón. El tanque de agua y el reloj serán el contrapunto vertical de la construcción y buscan, según señalan los proyectistas, junto con el patio-ágora y el uso de materiales nobles, acentuar el carácter cívico de la institución.

Los Colegios se expanden

El Colegio de Abogados de Lomas de Zamora ocupa el tercer lugar en importancia por la cantidad de matriculados en la provincia de Buenos Aires, luego del de La Plata y San Isidro. Sus 4500 inscriptos reflejan, por una parte, el crecimiento por la creación de la Facultad de Derecho de Lomas de Zamora; y por otra, la expansión de las actividades que ofrecen estas instituciones.

Fiel reflejo de ello es que también los colegios de abogados de San Isidro y Morón están encarando la reforma de sus respectivas sedes. .

Horacio G. Levit

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