
de Jeffrey Berk. Foto: Claudio Meszel
Durante la reciente VII Bienal de Arquitectura BA/98, y con la coordinación general del arquitecto Jacobo Schneider, se realizó en el auditorio del Museo Nacional de Bellas Artes el Foro de Arquitectura Educacional, que contó con destacadas exposiciones y dos mesas redondas en las que se abordaron los interrogantes que plantean los nuevos espacios educativos.
Allí se expusieron inquietudes respecto de las nuevas tecnologías, las oportunidades y riesgos que su implementación lleva aparejadas. Las educadoras María Teresa Mayochi Arza y Elena Maschwitz transmitieron su deseo de que los espacios acompañen la enseñanza: “Se debe crear un clima compatible con el aprendizaje y la escuela debe ser un lugar con vida”, expresaron.
La gran inversión en tecnología que se está realizando en los Estados Unidos y Canadá y la importancia de planificar todas las etapas del proceso de enseñanza fueron los puntos principales de la exposición de Carlos Ventín. El arquitecto argentino, radicado en Canadá, mostró varias de sus realizaciones para ejemplificar las principales tendencias que se vislumbran en la organización del espacio según las distintas modalidades de enseñanza propuestas. El arquitecto caraqueño Eduardo Millán y su socia Lourdes Meléndez, a su tiempo, se explayaron sobre la evolución edilicia del sector en Venezuela y su experiencia de gestión descentralizada.
Las exposiciones de los norteamericanos John Castellana y Jerry Lawrence, en las que mostraron parte de la producción de sus estudios casi completamente dedicados a la arquitectura educativa, permitieron entrever en construcciones de distintas magnitudes la importancia de las escalas del equipamiento, el uso pedagógico de las áreas de circulación y el empleo audaz de colores vivos.
El alemán Frid Bühler mostró sólo dos edificios, emplazados en el casco de sendas ciudades históricas, en los que a partir de su papel urbano se propusieron espacios luminosos y contemporáneos que se mimetizan exteriormente, pero contrastan por adentro con el entorno medieval.
El foro se cerró con una mesa redonda en la que todos los expositores extranjeros anticiparon cómo se insinúan las tipologías futuras a partir de los cambios actuales. La tendencia a una educación continua y la preponderancia de la enseñanza de oficios, así como de los espacios destinados a los media center, fueron los principales y más claros indicios de la arquitectura educativa del nuevo siglo.
En el concurso auspiciado por la Unesco, el jurado otorgó el primer premio a la Escuela Gretchko, Michigan (Estados Unidos), realizado por el estudio TMP Architects; la primera mención fue para el Colegio St. Paul, Hurlingham (provincia de Buenos Aires), proyectado por el arquitecto Jeffrey Berk (ambos edificios, publicados en este suplemento), y la segunda mención, para el jardín de infantes de la provincia de Buenos Aires, del estudio de los arquitectos Gai-Romero. .
Horacio G. Levit